Con su llegada a Boca, Daniele De Rossi revolucionó al fútbol argentino. Su amplia trayectoria en la Roma y su presencia en el seleccionado italiano campeón del mundo en Alemania 2006 lo convirtieron en un refuerzo de lujo.

Pero todo cambió debido a sus reiteradas lesiones y, por qué no, a los malos resultados que persiguieron al Xeneize durante el 2019.

Apenas comenzó el 2020, el mediocampista volvió a sorprender para anunciar que dejaba el club argentino para finalmente retirarse y colgar los botines.

Alejado del fútbol, De Rossi dialogó con la revista italiana GQ y confesó que sintió que su verdadero retiro se dio cuando se concentró por última vez con la Roma.

“Mi verdadero retiro fue el último día en Trigoria. Saliendo de mi habitación para ir al estadio Olímpico pensé: ‘Es la última vez que cerrarás esa puerta’. Y allí parecía temblar. Devastador”, señaló.

Según reveló, tuvo varias ofertas para continuar en la Serie A, pero no quiso agregar otra camiseta italiana que no fuera  la de la Roma. “Me parecía que arruinaría una historia bellísima. Y Boca siempre había sido un sueño para mí y fue un honor jugar allí”, explicó.

“Cuando estoy bien podría jugar todavía en Roma o en Boca, pero casi nunca sucede. Si tuviera 25 años y la necesidad de ganar me hubiera quedado en Buenos Aires. Tengo 36 años, el cuerpo desgastado y suficiente dinero: mejor volver”, agregó.

“Se ha hablado de graves problemas de mi hija Gaia. No hay nada en particular. Simplemente tiene 14 años y es normal que tenga la necesidad de tener al padre cerca. Como con su padre hemos vivido momentos agotadores, alguno se habrá imaginado no sé qué cosa”, concluyó.