Mario Alberto Kempes, leyenda del fútbol argentino y ex campeón del mundo en 1978,  se reencontró hoy con la camiseta con la que convirtió los dos goles de la final ante Holanda.

Aquellos tantos significaron el primer título mundial del seleccionado argentino. La misma fue repatriada por el Museo Legends, el cual dio a conocer una desconocida anécdota sobre el destino de la indumentaria del resto del equipo.

“Es una emoción volver a ver 42 años después la camiseta con la que hice los goles en la final y que había cambiado con el jugador holandés Johan Neeskens”, dijo el “Matador”.

El ídolo de Rosario Central participó este martes de la presentación pública de la Reliquia en el Museo del Fútbol Legends, especializado en salvaguardar el patrimonio del fútbol mundial.

La promesa que le hicieron a la Virgen

Al presentar la repatriación de la camiseta en el museo del barrio porteño de Palermo, Kempes relató que muchos de sus compañeros de la final no pudieron quedarse con la camiseta porque Daniel Passarella se las pidió por una promesa que había hecho a la Virgen.

“Después del partido, Passarella contó que había hecho una promesa con la Virgen de Luján y necesitaba toda la ropa. Le dijimos que lo queríamos guardar como recuerdo y nos respondió que no le importaba”, recordó, aunque él ya había cambiado la suya con el futbolista holandés.

“Apenas terminó el partido -que Argentina ganó por 3 a 1 en tiempo suplementario- la cambié y nunca más volví a verla hasta hoy”, contó Kempes.

Y agregó: “Es una emoción inmensa. Significó mucho para mi esta camiseta. Y sé del esfuerzo de Legends por repatriarla, porque en una ocasión hablé con Johan (Neeskens) y él la seguía preservando, sin ánimo de devolverla”.

Con una sonrisa en el rostro, sostuvo que “Esta pieza es una de las más importantes del fútbol argentino y del mundo. Es del primer campeonato mundial conquistado por la ‘albiceleste’”.

En esa línea, Marcelo Ordas, director del museo que alberga la mayor colección original de objetos de fútbol usados en partidos oficiales, señaló que en aquel Mundial “la historia fue justa con un país tan futbolero como la Argentina”.

“En el caso puntual de estas Leyendas que conquistaron ese título, debo decir que en un país en donde los episodios de alegría y felicidad escasean, estos héroes nos regalaron una felicidad infinita que debe valorarse y reconocerse por siempre”, describió.

Un reencuentro que emociona

Kempes, acompañado por los campeones del mundo Omar Larrosa y Ubaldo Filliol, anunció además que el 31 de julio se hará una cena-homenaje a los miembros del plantel de 1978.

“Es una oportunidad para festejar entre todos, lamentando la ausencia de los compañeros que ya no están entre nosotros. La idea surgió en el grupo de WhatsApp que tenemos los campeones del ’78 y va a ser una noche de muchos recuerdos y nostalgia”, concluyó.