Luego de que Países Bajos, el elenco que conduce Louis van Gaal, consiguiera su boleto a Cuartos de Final del Mundial de Qatar 2022 tras vencer 3 a 1 a Estados Unidos, la Selección Argentina ingresó al estadio Al Rayyan con el afán de lograr lo propio y seguir entusiasmando a los millones de hinchas que la acompañaron este sábado. Así fue que, tras la orden del árbitro polaco Szymon Marciniak, la albiceleste intentó desde el principio controlar el juego. 

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Con el cambio obligado de Ángel Di María -Lionel Scaloni se vio obligado a darle descanso-  la Argentina repitió la formación con la que venció a Polonia 2 a 1 en el cierre del grupo C con Emiliano Dibu Martínez; Nahuel Molina, Cristian Cuti Romero, Nicolás Otamendi, Marcos Acuña; Rodrigo De Paul, Enzo Fernández, Alexis Mac Allister; Alejandro Papu Gómez (en lugar de Fideo), Lionel Messi y Julián Álvarez.

Durante los primeros minutos del encuentro, se pudo ver a una selección australiana empleando una presión alta, algo que no había hecho durante la fase de grupos. Para contrarrestarlo, la albiceleste movía la pelota de un lado al otro, sin apuro, ante las apretadas líneas del conjunto rival. A los 3 minutos, Mac Allister abrió la jugada al sector izquierdo, Papu Gómez encaró la defensa australiana, tiró el centro y la pelota impactó claramente en la mano de Kearyn Baccus.

Fue un clarísimo penal a favor de la Selección que el árbitro y el VAR optaron por ignorar. Sin apuro, la argentina hacía circular el balón pero no lograba lastimar al equipo comandado por Graham Arnold. Por su parte, Australia intentaba saltear líneas y jugaba al pelotazo largo, buscando a alguno de sus delanteros. A los 16 minutos, la posesión y el dominio era todo de la Argentina, que no encontraba espacios e intentaba con remates de larga distancia del Papu Gómez. Todos ellos desviados. 

A los 22, Australia encontró su momento, la Scaloneta decidió entregarle la pelota a su rival con la intención de encontrar espacios y el encuentro se volvió un duelo de paciencia. Así, el seleccionado australiano logró “dormir” el partido e imponer su juego, con pases largos y jugadas bien edificadas que siempre encontraron bien parados a los centrales argentinos, Nicolás Otamendi y Cuti Romero. 

Recién a los 34 minutos llegó la primera emoción seguida de la primera alegría del partido. El ex Arsenal de Sarandí fabricó un tiro libre que fue ejecutado por Lio Messi. La jugada fue rechazada por la defensa australiana y la pelota le quedó en los pies del Papu, quien la abre hacia la derecha para La Pulga. El capitán argentino enchancha hacia afuera, se la pasa a Mac Allister a Otamenti, éste se la rebota al rosarino y, entre tres, clara el 1 a 0.

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A partir de ahí, la Scaloneta creció en juego, en dominio y le quemó todos los planes al conjunto australiano, que durante los últimos minutos del primer tiempo no pudo hacerse con la pelota y llevar peligro al arco defendido por el Dibu Martínez. El complemento arrancó sin cambios y con una postura mucho más ofensiva de parte de los australianos, con presión alta e intentando ahogarle la salida al conjunto albiceleste.

Por su parte, Argentina se ajustó a su plan y, una vez más, comenzó a circular la pelota. El primer susto ocurrió a los 47, cuando el Dibu se demoró en despejar y casi es interceptado por Jackson Irvine. Tal y como ocurrió en los últimos dos partidos, Scaloni realizó el primer cambio temprano: ingresó Lisandro Martínez en lugar del Papu Gómez, adelantando a ambos laterales y armando la línea de cinco que tanto le rindió en la fase de grupos.

Así fue que a los 50 minutos, la Argentina encabezó un ataque rápido, con circulación veloz de pelota, que terminó en un débil remate de Messi que contuvo con facilidad el arquero Mathew Ryan. Tan solo dos minutos después, Australia volvió avisar: Otamendi le dejó corto un pase al Dibu, quien estuvo rápido de reflejos y llegó a despejar la pelota ante la arremetida de los delanteros australianos. 

Sin embargo, ese error forzado finalmente lo iba a cometer Australia. El rival intentó salir por abajo y Rodrigo de Paul no perdonó. Presionó al lateral izquierdo, quien superado se la dio al portero Ryan. Pero el ex Racing no se rindió: siguió corriendo para presionar al arquero y molestarlo. A su lado, ya estaba Julián Álvarez, el cual le pellizco la pelota y nuevamente el delantero del Manchester City, al igual que contra Polonia, no falló y marcó el 2 a 0.

Con el resultado a favor, la Scaloneta volvió a mostrar su mejor versión: primero la tuvo Messi, pero fue interceptado justo antes de poder rematar; luego, un buen centro que el ex atacante de River no pudo conectar y, una vez más, a los 65 La Pulga remató de lejos y la pelota se fue muy desviada por arriba del travesaño. A los 71, luego de un desperfecto técnico de parte del cuarto árbitro, Scaloni volvió a mover el banco de suplentes.

Acuña, de gran encuentro, salió reemplazado por Nicolás Tagliafico y Álvarez le dejó su lugar en ataque a Lautaro Martínez. A los 76, Australia llegó al descuento casi de casualidad: Craig Alexander Goodwin remató y su disparo de desvió en Enzo Fernández, lo que descoló al Dibu y clavó el 2 a 1.

Ese fue un golpe difícil de asimilar para la albiceleste, ya que 4 minutos después Aziz Eraltay Behich encaró a los centrales, eludió a dos jugadores y fue interceptado por Lisandro Martínez justo a tiempo cuando el lateral se disponía a rematar ante un ya vencido arquero del Aston Villa. Más allá del sufrimiento que provocó el inesperado descuento de Australia, Argentina fue amplio dominador del partido y mereció ampliamente la victoria.

Incluso, las últimas fueron de la Argentina casi hasta el final. Messi lideró un contrataque que termino con Lautaro Martínez mano a mano con el arquero rival. Sin embargo, el ex Racing remató pésimo y tiró la pelota a la tribuna. A los 92, una vez más el capitán argentino volvió a dejar solo al atacante del Inter, pero esta vez su disparo encontró la buena respuesta del arquero rival. Un minuto después, Messi encaró y la pelota se pue besando el ángulo izquierdo de Ryan. 

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A los 95 la Argentina seguía yendo en busca del tercero que le dé tranquilidad. Messi le devolvió una pared a Lautaro y una vez más, el delantero volvió a fallar. La última fue de Australia y ahí apareció el gran arquero argentino, que le impidió en la última el empate al conjunto rival y celebró, como ninguno, el pase a Cuartos de Final. El próximo viernes, la Scaloneta se medirá ante Países Bajos en el estadio Lusail a partir de las 16 (horario argentino).