Silvio Marzolini, el histórico lateral de Boca y de la selección argentina, de 79 años, falleció luego de pelear una larga enfermedad.

La noticia fue confirmada por la familia a través de un comunicado, en el cual los más allegados agradecen al mundo del fútbol y, en especial, a Boca.

El comunicado de la familia:

En el equipo de la Ribera jugó durante 12 años, luego defendió los colores de Ferro Carril Oeste, el club de su debut en 1959, y Banfield, donde trabajó como coordinador de inferiores durante diez años, desde 1998.

Marzolini defendió la camiseta de Boca durante 12 años, fue un emblema en su posición de lateral izquierdo y quedo como tercer jugador con más partidos detrás de Roberto Mouso y Hugo Gatti que disputó 417 partidos. Silvió vistió la azul y oro durante 408 encuentros.

En Boca le hicieron su estatua

En Boca tuvo una carrera formidable donde ganó seis títulos el campeonato de Primera División en 1962, 1964 y 1965, el Campeonato Nacional en 1969 y 1970 y la primera edición de la Copa Argentina, en 1969.

Jorge Ameal, presidente de Boca, escribió unas sentidas palabras en su cuenta de twitter.

Marzolini y su legado en la Selección Nacional

Además, Silvio fue un emblema con la camiseta de la Selección Argentina en la década del 60.

En la Selección disputó 28 partidos y marcó un gol. Jugó dos Mundiales (fue elegido como el mejor número 3 de la Copa de 1966), sumando siete partidos mundialistas, lo que un récord para un jugador argentino en su momento.

Como entrenador fue el artífice y comando técnicamente al Boca campeón del Metropolitano 1981, cuando el conjunto de la Ribera consiguió el título con Diego Maradona y Miguel Angel Brindisi como figuras rutilantes.

También participó en las eliminatorias para México 1970, en las que Argentina quedó eliminada ante Perú en la Bombonera.

Una vez retirado como futbolista, Silvio se decidió por la dirección técnica. Arrancó en All Boys y tuvo dos etapas en Boca, 1981 y 1995, las dos veces con Diego Maradona en el plantel.

En 1998 se incorporó a las filas de Banfield donde estuvo diez años trabajando en las inferiores.

Hoy se fue un icono del fútbol argentino. Marzolini dejó un legado y su recuerdo estará siempre en la memoria de todos los fanáticos.