El clásico rosarino del próximo domingo entre Rosario Central y Newell’s no se jugaría en esta ciudad ni en ninguna otra santafesina, a raíz de la férrea posición del gobierno provincial de evitar cualquier tipo de aglomeración en los eventuales festejos, en el marco de las restricciones y el aislamiento social, preventivo y obligatorio dispuestos para mitigar la segunda ola de la pandemia de covid-19.

“Les pedimos a las más altas autoridades de la AFA y de la Liga Profesional que el clásico se juegue de noche, en la franja horaria de 20 a 21, para que podamos controlar mejor y evitar las aglomeraciones, pero esto no está definido y se puede llegar a suspender el partido”, advirtió hoy el subsecretario de Seguridad de Santa Fe, Diego Llumá, luego de la reunión que mantuvo con los encargados de seguridad de Central y de Newell’s.

Por su parte, una fuente “canalla” anticipó esta noche: “La provincia no quiere que el partido se juegue en Santa Fe y la AFA nos dijo que el partido se tiene que jugar, así que podría jugarse en Buenos Aires o hasta en Mendoza”.

Las autoridades santafesinas también pidieron a directivos del fútbol y de la televisión que “el partido se televise en forma abierta, para evitar desplazamiento de gente hacia los bares, pero hasta ahora no consiguieron destrabar esa negociación”, abundó un vocero cercano al gobierno provincial.

Central y Newell’s deben enfrentarse el domingo por la duodécima fecha de la Copa de la Liga Profesional de Fútbol.