Gonzalo Montiel recibió un duro golpe el 10 de enero del 2019, cuando una joven denunció haber sido “violada” en su casa. Su causa fue archivada el 2 de diciembre del 2022 mientras se disputaba el Mundial en Qatar, que luego tuvo a la albiceleste como campeona de la competencia. Sin embargo, el último miércoles la causa reflotó luego de que trascendiera su existencia y a partir de cuatro dramáticos audios de la víctima contando los hechos entre lágrimas. Este jueves, la joven en cuestión ratificó su denuncia por presunta violación grupal en una fiesta organizada en el marco del cumpleaños del lateral del seleccionado argentino en su casa, situada en el Gran Buenos Aires, el 1° de enero de 2019.

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De acuerdo a la denuncia radicada ante el fiscal a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio Especializada en Delitos derivados de Violencia Familiar y de Género y Delitos Contra la Integridad Sexual Nro. 3 Departamento Judicial La Matanza, a la cual tuvo acceso BigBang, la denunciante se encontraba festejando año nuevo con una amiga, identificada como F.S., la pareja de ella de nombre A., y otras parejas que eran amigos de ellos en un departamento de Villa Crespo. “Aproximadamente a la 1.30, 2 de la mañana recibo un mensaje de whastapp de Gonzalo Montiel, invitándome insistentemente porque era su cumpleaños”, afirmó.

Y agregó: “Yo lo conocía a Gonzalo por Instagram, nos vimos, tuvimos dos encuentros y en uno de ellos tuvimos relaciones sexuales consentidas. Yo pensando que estaba interesado en mi, porque nosotros habíamos estado juntos. Le pregunto a mi amiga F. si me acompaña a la fiesta; ella me dice que no porque era la primer fiesta que pasaba con su novio y toma mi teléfono y le escribe a Gonzalo: ´ella va a ir, pero me prometes que la vas a cuidar”. Esto porque yo iba a ir sola, y Gonzalo le contesta ´si, te prometo que la voy a cuidar´. Yo le sigo diciendo que no tengo como ir, entonces me dijo, yo te pago el Uber”.

Según el escrito, la joven creyó que la fiesta del futbolista se estaba realizando en Capital, pero resultó que se estaba desarrollando en Virrey del Pino. “Nunca había ido a La Matanza. Me tomo el Uber, y le aviso que estoy yendo.; habrá sido aproximadamente una hora y pico de viaje. Me acuerdo que el conductor de Uber me dijo.: ´estas segura que es acá´. Estaba sorprendido por el lugar, y yo le respondí que si. Llegamos; serian aproximadamente las 3 am. y lo veo a Gonzalo quien me recibe, le digo ´Feliz cumpleaños´ y él se acerca a pagar el Uber. Ahí me dice ´pasa´, y cuando paso había un pequeño patio y había unas personas que eran familiares de él”,

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La denunciante, de la cual no se da su identidad para preservarla, resaltó que la mamá del jugador del Sevilla se acercó para saludarla y que le dijo: “´Hola soy Marisa, la mamá de Gonzi´. Gonzalo me dice pasa que atrás esta la fiesta, si querés tenés algo para tomar. Yo paso sola, transito la casa que parecía que estaba en construcción paso el comedor y la cocina, y salgo a un patio con la galería; había música y una tabla con botellas, tragos y demás. Habría aproximadamente 25 personas en total entre hombres y mujeres. Yo me acerco a una de las chicas para no estar sola; y la mayoría me comentaban que eran amigas del barrio. Yo de ahí solo conocía a Gonzalo”, destacó.

Y siguió: “Era gente que estaba vestida así no más, como de entre casa, no como para ir a una fiesta; yo me intimide un poco, porque estaba bien vestida, y de hecho me saque una camisa que tenía puesta y me la até a la cintura, porque tenia un short. Mi amiga también me había dicho llevate un par de zapatillas porque habíamos visto el lugar. Así que me saqué las botas y me puse las zapatillas; para sentirme más cómoda. Intentaba caerle bien a las chicas presentes como para no quedarme sola. Después lo poco que recuerdo es haberme sacado una foto con Gonzalo y con una amiga de ella. Esa foto la sacó su amiga tipo selfie. Y después las amigas me preguntaban de donde lo conocía”.

En la denuncia, la joven señaló que el ex River no le prestó “mucha atención” durante la noche. De hecho, resaltó que Montiel estaba interesado en charlar con todos sus invitados y que le tuvo que enviar mensajes durante la velada para que le prestara atención, aunque aclara que eso tampoco le funcionó. “Después me ofrecieron un par de tragos, yo no tomo alcohol por una cuestión estética, y porque no me atrae, puedo llegar a tomar una copa de vino en mi vida social pero nada mas. Yo no desconfiaba, era una casa, con la familia y aparentemente con los amigos del barrio, no había ningún famoso, conocido, futbolista, era un cumpleaños familiar”, resaltó. 

En ese momento -sostuvo. sólo “probó” dos tragos y remarcó que no se los tomó completos. “No se lo que me estaban dando; todas las chicas tomaban, no pensé que iba a pasar nada. Otra cosa que recuerdo es tener el celular en bolsillo trasero del short, y que en varias veces, las chicas me entregaban mi celular. Es decir, como si me lo sacaran y después me lo daban. También había llevado para cargar el celular y lo dejé cargando y las chicas me lo traían. Ahí comencé a sentirme mareada, y pensé que era normal porque como había tomado un poco de alcohol y nunca tomo, supuse que era eso. A los minutos me empiezo a sentir muy mal, me dolía mucho la cabeza y sentía que me iba a desmayar”, graficó.

En su descargo ante el fiscal, la joven dijo que le mandó un mensaje a Gonzalo porque no estaba ahí en la reunión y pidió que la auxiliara. “Le dije: ´ayudame por favor, me siento mal, llevame a mi casa´. “Yo estaba en el baño. Cuando salgo del baño me lo encuentro a Gonzalo y ahí no recuerdo nada más. Es lo último que me acuerdo, la imagen de él, como si me hubiese desmayado. Después me despierto en la entrada de la casa de él, que era en una calle de tierra, y había barro, sentada en el piso y veo la camisa blanca toda mojada, y yo también mojada y llena de barro, tenía la ropa desacomodada, el top torcido”, denunció.

La denunciante aseguró que al despertar se encontró con la hermana del futbolista insultándola: “De ahí solo me acuerdo que la hermana de Gonzalo me decía ´hija de puta, te voy a matar, no te metas con mi hermano, no lo nombres´, intentando pegarme patadas, que eran frenadas por las demás chicas presentes. Era todo un griterío, yo no entendía nada. Después no recuerdo mas nada, solo recuerdo despertarme en un auto, que después me dijo la mamá de él que era un Uber. En el auto estaba el conductor, dos chicas de la fiesta en el asiento trasero conmigo a la izquierda mía y una adelante. Se iban cagando de risa y una de ellas me amenazó”.

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En el escrito, afirma que una de las amenazas que recibió fue: “Ni lo nombres a Gonzalo, vos tuviste la culpa, me decían que no había parado de tomar y que era un borracha y que había estado desmayada cinco horas”. Ante el fiscal, la joven sostuvo que de la fiesta sólo reconoció a la madre, al padre y a la hermana de Gonzalo. “Recuerdo que llegue a mi casa alrededor de las 12 del mediodía, intenté abrir la reja blanca de mi casa, abrí como pude, subí por escaleras, no se como entre al departamento. Me despierto en mi cama, con un pijama, la ropa estaba mojada y tirada en el piso; me voy a bañar, me dolia mucho la cabeza y empiezo a entrar en sí y me dolía la vagina”, afirma.

Y agrega: “Tenia hematomas en la entrepierna y raspones en las rodillas y en el antebrazo. Agarro el celular y tenía un mensaje de Gonzalo que me decía ´¿Estas bien?´. A lo que le respondo ´No, ¿qué paso?´ y me puso.. ´estuviste con alguien´. Y yo le contesto: ´Es imposible que haya estado con alguien de esa fiesta´, dándole indicios que no me gustaba nadie de esa fiesta y aparte no me acordaba. Me deja de contestar cuando le pido explicaciones y me llega un Whatsapp de una mujer que decía: ´Soy Marisa la mamá de Gonzi; Te violaron mamita, ponete óvulos´. Le mando un audio desesperada: ´cómo que me violaron y que me ponga óvulos y voy corriendo al CEMIC Hospital Universitario, por mi obra social´”.

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La víctima detalló que llegó llorando al nosocomio que se encontraba a seis cuadras de su domicilio “porque tenía miedo por si me habían contagiado alguna enfermedad”. “En un primer momento era solo una chica jovencita que no sabía mucho del protocolo de abuso sexual y llamo a otra mujer. Me reviso una de ellas, después la otra y me dijeron que tenía que tomar unas pastillas por el Protocolo de Abuso sexual. Me trajeron un vaso de agua, y me dieron para tomar- Después entre 8 y 10 pastillas., después vino otra y me preguntó qué había pasado y no recuerda lo que le relate, solo le dije que me habían dicho que me habían violado”, explicó.

Y continuó: “Ellos insistían que vaya a un hospital público, como que me querían sacar de encima. Sali de ahí y vomité todo, porque había tomado las pastillas sin comer nada. Quiero aclarar que cuando fui a buscar la copia de la historia clínica al leer lo que habían redactado, no es lo que yo les dije. En la historia clínica dice como que yo tuve relaciones con un amigo y/o una amiga que yo nunca nombre a ninguna amiga, y no se entiende en una parte porque me preguntaron si tenía pareja y yo dije si tengo pareja y quise aclarar que tenía una vida sexualmente activa, pero ellos pusieron como que yo había tenido relaciones sexuales con mi pareja ese día”.

Después de tanto insistir, Montiel -siempre según la palabra de la denunciante- le reveló que había sido abusada sexualmente por Alexis A. “La madre de Gonzalo me dijo ´quedate tranquila, que los amigos de Gonzi lo van a cagar a palos´, haciendo referencia a Alexis. Ella intentaba hacerse la amiga, y quedar como que me hubiese ayudado. Acá empieza el infierno porque yo le dije a Marisa que iba denunciar porque no quería que esto quede así; y ella me decía ´no que Gonzalo está en River y va a tener problemas con el club´, y me dijo ´cuidate mamita, sos muy bonita´; repetía todo el tiempo el ´mamita´”, destacó en su denuncia.

Según explicó, una vez ocurrido el hecho perdió todo contacto con Montiel y era la madre del futbolista quien mantenía contacto con ella. “Le dije a Marisa que iba de denunciar pero que no lo iba a nombrar a Gonzalo. La madre me agrega a Instagram para vigilar lo que subía y a los pocos días la termine bloqueando. Ahí empecé mi infierno, yo de la violación no me acuerdo pero esto es lo que siguió. Me derivaron a un infectólogo, y me dicen que me tengo que aplicar unas vacunas, me revisa y me manda a hacer un tratamiento de profialxis que dura 30 días. La obra social no me la cubría, tenía que pagar yo pero me daba bronca y como había que encargarla decidí ir al Hospital Fernández”, dijo.

Y siguió: “Habrían pasado cinco días del hecho y me dijeron que solo era con turno, salí y me puse a llorar y me ve un médico que estaba en la ambulancia y me hizo entrar al hospital y ahí me atendió una psicóloga, una psiquiatra y una infectóloga, y me dijo: ´yo te voy a ayudar y me dio una receta, y me dieron en la farmacia del hospital todos los remedios. Yo me tomaba los remedios pero me sentía mal, y hablando con mi amiga decidí que quería hacer la denuncia. La madre de Gonzalo me escribía pero solo para ver cómo seguían las cosas, con respecto a la denuncia pero no se preocupaba por mi ni por mi salud”.

Según explicó, a raíz del hecho tuvo que ser tratada por una psiquiatra “porque solo pensaba en tirarme del balcón de mi departamento y tenía vergüenza, me hacían creer que fue mi culpa mía, me medicaba con Certralina y Clonazepan o rivotril”. “Al principio la medicación me hacia un efecto rebote y estaba muy deprimida. Averigüé y decidí ir hasta el lugar donde había sido violada. Fuimos hasta Virrey del Pino a la comisaria. La madre de Gonzalo sabia que ese día iba a hacer la denuncia; y como me había olvidado el cargador del celular ella me decía cuando vengas, pasá por casa y tomamos unos mates”, manifestó.

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Cuando terminó de efectuar la denuncia contra futbolista, resaltó que la siguieron “dos autos por diez cuadras aproximadamente y después los perdimos”:  “Después con el correr de los días empecé a recibir llamados de números ocultos y una voz masculina muy correcta me decía ´Olvidate de Gonzalo Montiel, borra su nombre de tu cabeza´. Me llamaban y me decían ´te queda muy linda esa camisa´, o ´tenés el pelo más rubio´. Me estaban siguiendo. Me repetían ´te vamos a pegar dos tiros en la cabeza´. Tuve pesadillas con eso. Una de últimas amenazas fue ´deshacete del chip y del teléfono´, y yo cuando llamaba a mi hermana se escuchaba un ruido, parecía que estaba pinchado”.

Al final de la denuncia, la joven contó que estuvo seis meses “en tratamiento con el infectólogo, con temor por si tenía alguna enfermedad” y que su ginecóloga le terminó detectando HPV. “Después de la violación estuve casi un año sin tener relaciones sexuales. Actualmente continúo haciendo tratamiento psicológico y psiquiátrico. Estoy dispuesta a participar de cualquier pericia que se disponga. A principios de abril de 2019 le mandé un mensaje a Gonzalo diciéndole ´te perdono por no haberme acompañado´ y el me respondió cortante, como que no le interesaba, y esa fue la última vez que hable con él”, sentenció.