El 10 de agosto del año 2021 no fue un día más. Aquella jornada, Lionel Messi dejaba atrás 21 años y 17 temporadas en el Barcelona para unirse a las filas del París Saint Germain (PSG), lo que generó una revolución en todo sentido; la ansiedad de los fans del conjunto francés fue tal que en pocos minutos se agotaron todas las camisetas, de todos los modelos y precios, que había preparado el club con el número “30”.

En su presentación oficial, el astro argentino señalaba estar”muy feliz, con muchísimas ganas e ilusión” tras su salida traumática del Barcelona. Lo hizo después de no llegar a un arreglo con la directiva que lidera Joan Laporta  y acompañado por el presidente de su por entonces nuevo club, Nasser Al-Khelaïfi en el estadio Parque de Los Príncipes. “Mi objetivo y mi sueño es volver a ganar la Champions, y creo que caí en el lugar ideal para poder conseguirlo”, había afirmado.

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Lo cierto es que en las últimas horas, el medio español El Mundo publicó un informe detallando todas las exigencias que el rosarino le puso al club catalán -a través de su papá, Jorge Messi– para quedarse en el Barcelona. La lista es inmensa y va desde palcos en el Camp Nou y aviones privados para pasar las Fiestas en Argentina, un bonus millonario por la firma del contrato y una cláusula de rescisión irrisoria.

Bajo el título “Las brutales exigencias de Messi al Barça: ‘Que sientan la espada sobre su cabeza’”, el medio español hizo principal hincapié en un intercambio de mails que mantuvo Jorge Messi con Alfonso Nebot, director del Family office Leo Messi, la empresa que administraba su fortuna, en el afán de arribar a un acuerdo que beneficiara al capitán del seleccionado argentino. 

De acuerdo con el informe presentado por El Mundo, La Pulga pidió un palco privado en el estadio Camp Nou para su familia y la de Luis Suárez, uno de sus amigos más cercanos. Además, le exigió un avión privado para viajar con sus seres queridos hacia Argentina en época de Fiestas. También pidió 10 millones de euros por la sola firma de su contrato de renovación y cobrar en retroactivo las pérdidas que había sufrido por los recortes en época pandémica.

Claro está, aplicando un 3% de intereses a su favor. Finalmente, la famosa cláusula de rescisión que ascendía a 700 millones de euros tenía que ser reemplazada por una cifra simbólica de 10 mil euros. lejos de negar la información, el Barcelona condenó públicamente las filtraciones de los correos electrónicos con Jorge Messi y anunció que la situación ya fue denunciada y está siendo investigada por la policía catalana.

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El comunicado publicado por el conjunto español dice lo siguiente: “En relación con la información publicada hoy en El Mundo del Siglo XXI, bajo el título ‘BarçaLeaks, los archivos secretos del club, parte 1′, el FC Barcelona expresa su indignación ante la filtración interesada de unas informaciones que formarían parte de un procedimiento judicial. El Club lamenta también que el medio alardee de haber tenido ´acceso a una ingente cantidad de documentación y correos electrónicos que están en poder de la investigación del Barçagate´ cuando estas informaciones y documentación todavía no han sido compartidas con las partes”.

Cabe recordar que el futbolista había quedado libre tras el final de la temporada 2020/21, pero aún estaba negociando con la institución para renovar. El Barcelona responsabilizó directamente a La Liga de España, debido a que el organismo es muy estricto con el límite salarial de cada club y por eso el conjunto catalán se había visto obligado a desprenderse de varios jugadores en un contexto de crisis en el mercado europeo (producto de la pandemia del coronavirus). El Barcelona le pidió que se bajara el 20% de las cifras de su contrato y luego subió esa necesidad al 40% frente al desesperante estado de las cuentas por la baja de ingresos durante el confinamiento. 

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La situación económica del club catalán, que se encontraba adeudado, hizo que no pudieran cumplir con la oferta que le habían hecho a Messi durante la pandemia. Afuera del Fair Play deportivo, el Barcelona que debía 500 millones de euros, tuvo que cumplir con la ley y por eso, Messi se fue. “A pesar de haber llegado a un acuerdo y con la intención de firmar un nuevo contrato, no se podrá formalizar debido a obstáculos económicos y estructurales (normativa de LaLiga española). Ante esta situación, Lionel Messi no continuará ligado al FC Barcelona. Las dos partes lamentan profundamente que finalmente no se puedan cumplir los deseos tanto del jugador como del Club”, había sido el mensaje del club catalán.

El futbolista estaba en su casa esperando a su papá, que esa misma mañana se había juntado con el presidente para ultimar los detalles de una larga negociación, que en los días anteriores había tenido varias críticas del titular de LaLiga de España, Javier Tebas, en relación a los números del FairPlay Financiero. El mazazo lo hizo llorar. O al menos así lo contó en una nota a la BBC de Londres.  La relación de Messi y Barcelona venía siendo tirante después del 8 a 2 sufrido con Bayern Múnich en la semifinal de la Liga de Campeones jugada en un Súper 8 por la pandemia de coronavirus en el 2020.

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De hecho, en ese momento el futbolista pidió irse y mandó el recordado burofax avisándole que buscaría un “nuevo destino” aunque el club se plantó por una cuestión legal y lo retuvo una temporada más, lo que le valió la salida al mandamás Josep María Bartomeu, con quien la relación estaba rota tras prescindir de los servicios del uruguayo Luis Suárez. El rosarino dejó un legado de 10 Ligas, siete Copas del Rey, cuatro Champions League, ocho Supercopas de España, tres Supercopas de Europa y tres Mundiales de Club. Marca que tardará años -por no decir que se trata de una tarea imposible- en repetirse.