Dani Alves presentará un recurso de apelación en la justicia de Barcelona para pedir la libertad provisional, al cumplirse un mes del hecho sucedido en una discoteca de esa ciudad, investigado como presunta agresión sexual contra una joven de 23 años.

El nuevo abogado de Dani Alves solicitará ese beneficio mediante un largo escrito, según adelantó el diario La Vanguardia. El estudio encabezado por Cristóbal Martell, quien trabajó con Lionel Messi en 2013, propondrá, entre otras cosas, que Dani Alves utilice una pulsera electrónica para garantizar su permanencia en Barcelona durante lo que dure el proceso penal.

Según información que revelaron distintos medios españoles, Dani Alves jugó un partido de fútbol en la cárcel y habría dicho que aceptará “lo que venga”. Está preso desde el pasado 20 de enero acusado de agredir sexualmente a la mujer que lo denunció.

El caso

” Todo va a estar bien”. Con esta frase, Dani Alves intentaba llevar calma a sus seguidores a través de las redes sociales luego de haber sido denunciado por “agresión sexual” por un hecho registrado el 30 de diciembre último. Según se informó, aquel viernes el lateral derecho de Brasil concurrió a la discoteca Sutton de Barcelona y allí abordó a una joven que se encontraba junto a algunas amigas disfrutando de la noche española. 

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De acuerdo con el relato de la víctima, el ahora ex jugador de Pumas de la UNAM de México, de 39 años, le introdujo a la fuerza “la mano por dentro de la ropa interior”. “Me resistí, pero él era mucho más fuerte que yo”, fue una de las frases que declaró la mujer de 23 años el pasado 2 de enero de 2023 en la Unidad Central de Agresiones Sexuales de los Mossos d’Esquadra en la comisaría de Les Corts de Barcelona.

Según relató la joven, ella y sus dos amigas fueron invitadas por “unos mexicanos que se encontraban en discoteca junto a Dani Alves”. Fue el brasileño -de acuerdo con sus testimonio- quien las invitó a tomar una copa en su mesa. Allí, coqueteó con las tres chicas y se colocó tras la denunciante para susurrarle al oído, frase que -aclaró- no entendió por qué “las debió decir en portugués”.

En ese instante, la denunciante remarcó que el futbolista sujetó con violencia una de sus manos y se la llevó hasta su entrepierna. Luego, la víctima reaccionó, le quitó la mano y el lateral se colocó junto a una puerta e hizo gestos a la joven para que se acercara. “Yo no sabía qué había detrás de esa puerta, pensé que habría otra zona VIP”, declaró después la mujer de 23 años.

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Lo que había detrás de la puerta era un baño. O, mejor dicho, un “lavamanos pequeño”. Alves la agarró, la llevó adentro y cerró la puerta, a pesar de que la joven afirma que le dijo inmediatamente que no quería estar en ese lugar. Según su declaración, el brasileño le dijo que no podía irse y que le tenía que decir que era su “putita”. Luego, se sentó y tiró de la joven hasta derribarla en el suelo. 

La víctima ratificó el viernes pasado, ante la jueza Anna Marín, que le pidió al futbolista que “parara y que la dejara irse”. El brasileño la agarró de la cabeza acercándola con fuerza con la intención de abusarla, pero la joven opuso resistencia y logró evitarlo. La reacción del ex Barcelona fue golpearla reiteradamente y con violencia, provocándole heridas en la rodilla y finalmente  le arrancó el vestido y la violó. “Me resistí, pero él era mucho más fuerte que yo”.

La víctima relató que Alves la obligó a sentarse encima de él, la tiró al suelo, y la obligó a practicarle sexo oral a la que ella se resistió activamente. Como consecuencia, el futbolista la abofeteó, la levantó del suelo y la “penetró hasta eyacular”, según la denunciante. La víctima fue trasladada al Hospital Clínic de Barcelona inmediatamente después, donde se le practicó un examen en busca de restos biológicos.

A los dos días, La mujer fue a denunciar la supuesta agresión ante los Mossos d’Esquadra. Entregó el informe médico y también el vestido que llevaba. La Unidad Central de Agresiones Sexuales (UCAS) se hizo cargo de la investigación a partir de entonces.

Cuando el jugador terminó, ella quiso abrir la puerta del baño y salir corriendo, pero Dani Alves le gritó que no debía moverse hasta que él no abandonara el lugar primero. La joven relató que se puso tan nerviosa que durante unos minutos no pudo abrir la puerta, hasta que logró salir y juntarse con sus amigas. 

Angustiada y asustada, rápidamente se alejó del futbolista, les avisó a sus amigas lo que había ocurrido y ellas, a su vez, alertaron a los responsables de seguridad del local. En ese momento se activó el protocolo del ayuntamiento contra las agresiones y los acosos sexuales en espacios de ocio nocturno privado. La víctima, y sus amigas, fue trasladada hasta un espacio seguro para que no tuviera más contacto con el lateral.

Los responsables del local alertaron a la Policía catalana, pero cuando los agentes llegaron al establecimiento Dani Alves ya se había retirado por sus propios medios. De todas formas, fue a declarar a primera hora del último viernes y salió arrestado en un coche policial unos minutos después de las 10 horas de Barcelona. La jueza instructora de la causa dictaminó la prisión sin fianza para el futbolista, razón por la cual ingresó en el Centro Penitenciario Brians 1, ubicado en Sant Esteve Sesrovires, un municipio en la parte norte de la comarca del Bajo Llobregat, en España. Se trata del penal que reemplazó a la histórica cárcel Modelo de Barcelona cuando cerró en julio de 2017.

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A raíz de esta denuncia, semanas atrás el futbolista acudió a sus redes sociales para llevar calma a sus seguidores. “Si te quita la paz es caro de más. Mi mente, mi corazón y alma tiene un código intocable por humanos. Sé lo que represento y a quien represento. Gracias por nada. Todo va a estar bien”, fueron las breves palabras que utilizó para defenderse y las acompañó con algunas fotografías suyas donde se le observa tocando la guitarra.